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Mi hijo, quien vive en el extranjero, tuvo la oportunidad de volver de visita a América del Norte durante los días entre el día de Acción de Gracias y Navidad. Tras un período de cuarentena, pasó a formar parte de la "burbuja" hogareña con mi esposa y conmigo. ¡Qué diferencia supuso tenerlo en nuestra casa!

Por un lado, no hubo muchos cambios. Seguíamos viviendo en época de pandemia. Mi esposa y yo seguíamos trabajando desde casa y manteniendo nuestros ritmos de vida habituales, pero también había algo nuevo y emocionante al tener a Colin Jr. entre nosotros.

Algunas de las conversaciones más significativas entre mi hijo y yo durante esta visita surgieron mientras compartíamos las experiencias cotidianas de la vida: durante una comida, durante un paseo tranquilo, incluso al estar viendo una película favorita (sí, a veces hasta hablamos durante la película).

Al reflexionar sobre esos momentos, me doy cuenta de que es a través de este tipo de interacciones simples que se forma la fe y se comparten lecciones. Es una manera de bendecir a la siguiente generación, pero también una forma de ser bendecidos a cambio, al ser retados a ver las cosas desde diferentes ángulos y considerar nuevas ideas.

En 2021 el liderazgo de los ministerios de la Iglesia Cristiana Reformada experimentará un cambio significativo. Varios líderes de alto nivel se jubilarán, lo que ha abierto las puertas a  una nueva generación de líderes. Si bien celebramos las muchas contribuciones que han hecho los líderes salientes a lo largo de sus muchos años de servicio, también estamos entusiasmados con la perspectiva y las experiencias de los nuevos líderes que se presentan al rol con ideas únicas y con nuevos ojos.

Ya en este año, la ICRNA ha nombrado a los siguientes nuevos líderes: La Rev. Amanda Benckhuysen, Ph.D., directora de Ministerios Safe Church (Iglesia Segura); el Rev. Tim Rietkerk, director de Capellanía y Cuidado; y Carol Koppenaal, directora de Recursos Humanos (EE.UU.). Hay más nombramientos por venir. Oramos para que esta nueva generación de líderes extienda aún más el alcance de la ICRNA para el reino de Dios. 

Tales cambios sólo son posibles porque hemos sido intencionales a través de los años. Necesitamos buscar a las personas y, mediante un proceso de compromiso mutuo, hacer surgir la chispa depositada en ellas por el poder del Espíritu Santo. Esta es la esencia del discipulado. Es posible que nuestros sucesores no hayan sido asesorados directamente por nosotros, pero si nosotros, como comunidad, nos centramos en hacer discípulos de la siguiente generación, siempre habrá líderes que continúen la labor. Y más aún, el reino de Dios se verá enriquecido y muchos otros serán bendecidos.

Ahora que me acerco a la jubilación, mis reflexiones se dirigen hacia las numerosas experiencias que el Señor me ha permitido vivir. Me pregunto si he hecho lo suficiente por compartir con otros estas experiencias y la fe que generan.

Si usted también se pregunta lo mismo, quizás aún haya formas de asociarnos para compartir nuestras historias con la próxima generación y darles las riendas para que nos guíen a todos hacia un nuevo futuro. Si usted siente un impulso por Dios para hacerlo, espero seamos obedientes a él.